Directo a las papas. Y, SPOILERS!!!
Capítulo 3: Todo está bien
Demasiado difícil escribir después de este episodio. A ver,
si no te supo comprar con el primero y el segundo, bueno, este te va a obsesionar (y sino sos un rarito, y no en el buen sentido). Por lejos, lejísimos,
el mejor capítulo de todos (y eso que voy viendo solo 4). Ese final... es... no
puedo.
En este episodio, la carrera contra el tiempo empieza a
marchar y Mike, Dustin y Lucas se deciden a encontrar a Will a toda costa. Su
mejor aliada, Eleven, logrará darles un haz de esperanza al equipo, mientras que
paralelamente, continuamos descubriendo quién es y de donde viene. Anexado, echamos otro vistazo al Dr. Brenner (quien perfila como villano principal
ya), que nos introduce a un mundo sobrenatural bastante extraño, viscoso y
monstruoso. Por suerte, el rompecabezas de a poquito va tomando forma y
descubrimos, junto a Hooper, que el Laboratorio Hawkins no es más que una
fachada para una conspiración que lleva años escondida en Indiana.
Winona, tan genial como siempre, nos brinda nuevamente (otra
vez) una interpretación magistral. Si en capítulos anteriores rozaba la
locura, bueno ahora no se preocupen que directamente, los límites los ha
cruzado. Pero no todo es lo que aparenta, y mientras el mundo se toma por
sorpresa los hechos que van sucediendo y ingenuos ante las palabras de Joyce, para su sanidad, esta descubre una ingeniosa
forma de comunicarse con Will a través de las luces navideñas (genial toque), quién desde el más allá (esté donde esté), logra
advertir a su madre que a pesar de seguir vivo, corren un gran peligro, el, y
ella. Aquí el Demogorgon vuelve a hacer acto de presencia.
Jonathan mientras tanto, cruza su camino con Nancy y
comienzan a atar cabos sueltos sobre Barb y Will.
Steve por otro lado. Sigue igual de boludo que siempre. De
esperarse.
Ahora bien. Vamos a lo que nos importa. Y sí. ESE FINAL. ESE
MALDITO, ESTÚPIDO Y TRISTE FINAL. Decime Netflix, ¿porque ser tan cruel con
nosotros? ¿Porque tratarnos así?Solo queremos sentarnos y pasarla bien. Basta. No
es una lágrima. No. Dije que no.
Este final, es de los mejores y más emotivos que conseguí
ver últimamente. En tan solo 3 episodios han logrado conmoverme de tal manera,
que básicamente tuve que aguantar, a duras penas, las lágrimas. Y es que sé, en
el fondo de mi razón (y obvio la trama debe continuar) que el cuerpo no es de
Will. Lo sé, pero ver esa secuencia... Esa maldita secuencia, es demasiado. Y
peor aún, si estos genios de los editores, mezclan la música de tal forma que te destrozan emocionalmente.
Sencillamente magistral, y la prueba concreta de cuan profunda es la marca que estos amigos nos han dejado en nuestros corazones. Este capítulo, por lejos lo mejor del show y el que más me ha gustado hasta el momento, ha terminado de catalogarla como serie de culto. Gracias, Netflix, gracias.
Sencillamente magistral, y la prueba concreta de cuan profunda es la marca que estos amigos nos han dejado en nuestros corazones. Este capítulo, por lejos lo mejor del show y el que más me ha gustado hasta el momento, ha terminado de catalogarla como serie de culto. Gracias, Netflix, gracias.
Capítulo 4: El Cuerpo
Bueno, los Duffer tenían que encontrar la forma de seguir un
episodio tan emotivo y fenomenal como el anterior, y con este no defraudan,
aunque si, baja el ritmo y el nivel que venía trayendo la serie. Obvio, sería muy
cruel y demasiado el continuar con la seguidilla de drama, asi que sirve para
equilibrar un poco la balanza y no soltar todo el postre tan rápido.
En el capítulo, por suerte (y era obvio si nos ponemos a
pensar), Hooper se adentra aún más en la investigación y logra descubrir la
gran conspiración de la cual venia sospechando a medias, al introducirse en la morgue y descubrir que el cuerpo de Will, no es más
que un muñeco de goma, para sorpresa y fortuna de todos. No caben
dudas de que el Sheriff tendrá que enfundar el arma más rápido de lo esperado.
Joyce, bajo ningún término duda de que su hijo siga vivo, y
ante las disputas con Jonathan se mantiene firme en su posición, llevándose el
consuelo de que su hijo aún no está muerto, de que aún sigue vivo en algún lado. Cayendo rápidamente
en el acierto y para alegría de todos, Joyce logra comunicarse con su Will pero para
tan solo volver a perderlo al instante. Si bien es frustrante y molesto, nos brinda un poco de tranquilidad y esperanza (a nosotros y a Joyce), así como también es necesario para llevarnos
al lugar en el cual se encuentre, donde posiblemente esté también Barb, aunque
luego de la secuencia que vimos, es muy difícil aseverar que logrará escapar de
allí con vida.
Nancy y Jonathan se alían y comienza lo que parecerá ser una
relación muy amena y sentimental entre estos dos desconocidos, entre dos mundos
opuestos.
Por supuesto, Eleven logra enmendar las cosas con Mike y lo hace mediante
sus poderes, comunicándose con Will, para el clásico escepticismo de Lucas. Por
fortuna para ellos, el haz de esperanza se mantiene vivo y gracias a El, los
chicos emprenderán una nueva aventura y trataran de comunicarse con su amigo.
Un muy lindo detalle de este episodio, es que se comienza a perfilar el pequeño
sentimentalismo que desarrolla Mike con Eleven (lo que Dustin ya nos venía
anticipando hace bastante ¿no?). Son chicos, ya sé, pero es lo más tierno. Y
otro detalle sumamente importante, por fín, los chicos le hacen frente a esos
dos engendros del colegio. Ahora sí que las cosas se pusieron serias muchachos.
Buen episodio, calmado, pero igual de interesante que los demás.
Habrá que ver como continua la cosa y quién y que es el Demogorgon y en donde se
encuentra Will. Pronto lo sabremos todo...
CAPÍTULOS 5 Y 6 AQUÍ!
CAPÍTULOS 5 Y 6 AQUÍ!
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