Porque el país de los sueños, también esconde sus secretos…
Antes de comenzar con esta reseña, quería dejar en claro una
cosa. Esta es la primera vez que me toca analizar y hacer la review de un
libro. Lo admito, no soy de leer mucho, ténganme paciencia y espero que, de una
forma u otra se entienda mi punto. Suerte para mi… ah y mi crítica se me fue tanto de las manos que tuve que dividirla en DOS partes, perdón! Ah y también, a partir de aquí comienzan
los SPOILERS EN EL TEXTO!!!
American Gods es por definición, ese libro incatalogable.
Su llamativa historia no se centra en un solo tópico, sino que cambia
constantemente su ambiente y sus tonalidades. Este gran libro nos presenta, por
un lado, una gran capa de fantasía y mitología, mientras que por el otro, el
terror y una especie de thriller detectivesco.
Y a modo de posdata, podemos encontrar también ciertas
pizcas de un humor bastante ingenioso. Manto tras manto,
la obra de Neil Gaiman nos lleva a explorar un mundo totalmente desconocido. Es
este extraño y oculto universo que le permite al autor jugar con la intriga y
con la incertidumbre que rodean tanto al personaje principal, como también
al lector. De entrada, Neil nos tantea con la frutilla del postre. Directo y
sin vueltas. Sabemos qué es lo que sucede, porque a ver, la sinopsis del libro
nos está anticipando la trama de toda esta historia ¿verdad? pero sin embargo,
no sabemos nada, ni aún, ni después.
Tengo que admitir que desde que conocí el nombre de Gaiman, jamás
dejó de intrigarme. Probé suerte leyendo dos números de Sandman y me atrapó.
Luego pasé a leer 1602, de Marvel, y me dejo con un excelente sabor en la boca.
Pero sentía que me faltaba más, que necesitaba algo que de verdad lo caracterizara
(les recuerdo que solo leí dos números de Sandman y por eso buscaba algo de ese
calibre), y entonces surgió American Gods. Ya había oído hablar del libro en
foros de cómics, y más que nada en noticias de series, con la nueva producción del
show homónimo a cargo del fenomenal Bryan Fuller (Hannibal, te extrañamos mucho…).
Decidido a sacar todas mis dudas, y principalmente endulzado por la historia
que presentaba (soy un gran fanático de la mitología), me mandé de lleno y, de
entrada, choqué con algo grande, demasiado grande.
A medida que avanzaba en las primeras hojas, las ansias y el
hype subían aceleradamente, y eso que no soy de leer mucha literatura, pero es que este libro me hacía
querer más y más. Me tenía intrigado y lo sigue haciendo aún cuando lo he
terminado. American no es tan solo una obra dispersa y compleja, ni exclusiva para
estudiosos o aficionados al escritor. Es una narración muy particular, muy
meticulosa en su red, es un relato que demuestra admiración por la cultura
americana, tal y como lo expresa en su biografía; representa un modo de ver las
virtudes y los defectos que han acarreado los años al país de los sueños.
Describe la pelea entre un mundo olvidado, entre ese mundo tosco y desgastado,
fulminado por el paso del tiempo, tratando de volver a ganar su respeto mientras tiene que enfrentarse a una nueva onda en expansión, a Nuevos Dioses que tratan de erradicar el polvo de los recuerdos.
American Gods nos brinda una lectura rápida (y eso que son
casi 600 hojas ya que leí la edición del décimo aniversario), plagada de
historias, nombres, lugares y palabras que jamás oímos hablar o pensamos
escuchar. Este enorme escritor nos brinda un paseo por esa América alternativa
y olvidada. Nos otorga una historia dulce, exquisita, que se disfruta en todo momento.
Gaiman nos entrega dos historias paralelas pero bien conectadas entre sí: la
trama principal y los relatos de dioses pasados (que según Wikipedia están trazados
por Ibis, un excelente dato porque no razoné demasiado en ello).
Estos pequeños relatos, son prácticamente lo que más me gustaron en la trama. Cortos y sencillos, cuentan historias muy atrapantes y fugaces. Estas historias son de un consumo veloz, pero fuertes y oscuras, que entretienen y hacen muy, muy ameno al libro. Definitivamente,
uno de sus puntos más altos y placenteros.
Perdidos como Sombra en esta premisa, llegamos al final del
libro sin siquiera comprender al 100% que es lo que ha pasado y a que viene
todo esto, ¿cuál es el gran timo?
Si, a ver, probablemente yo no haya entendido la trama como alguno de ustedes y
podamos diferir en el corazón de la narración, pero les hablo desde mi punto de
vista, intentando expresar mi connotación final sobre cuál ha sido el verdadero
PORQUÉ de la trama.
Sabemos que la historia, tal como los cuentos de Wednesday, era una estafa, una
gran y muy bien ejecutada estafa. Sabemos que él y Loki lo planearon todo desde
un principio, moviendo pieza a pieza cada una de sus fichas como en una partida
de damas. Y tal como Czernobog juega de memoria, pierden ante la sorpresa y los
ágiles e inesperados movimientos finales de nuestro protagonista. Queda en claro que la
finalidad de este plan malvado significaba el recuperar el poder a toda costa,
inclusive, la de sus antiguos compatriotas. Empero, el protagonista salva al mundo
y se termina la historia. Bueno, a simple vista, es lo más normal y práctico,
pero sabemos que eso no es todo, sabemos que hay algo entre bambalinas que no
estamos viendo o que necesitamos descubrir.
Mi idea de American Gods, es un libro muy poderoso y
llamativo. Es una obra tan compleja que su misma vagueza en la historia, es solo un
punto conectado dentro del entramado. Quiero creer (y puedo estar equivocándome
aquí, como no) que Sombra tiene todavía muchas cosas por contarnos, de que el
hombre con cabeza de búfalo acude a este muchacho por una razón más fuerte, de lo
que parece el azar en este juego de preguntas sin respuestas. Sé que Zorya Polunochnaya
(un nombre muy difícil), no le dio su moneda sin conocer toda la historia; o
que Pascua no revive a Sombra solo porque se lo han dicho; y tampoco se lo han
dicho porque se les haya ocurrido sin más. Creo que detrás de esta guerra, existía
una guerra interna aún más encubierta, donde los dioses más oblicuos o
absentos, tomaban partido, sabiendo muy en el fondo, que Wednesday (como se lo
dijeron todos y cada uno de ellos) no era de confiar. Esta es mi pequeña reflexión
respecto del final, porque como les digo, me quedaron cosas inconclusas, como por
qué la historia lleva a Sombra a Hinzelmann una vez ha finalizado todo; o por
qué vuelve a cruzarse con Odín; por qué decide irse a otro lado; por qué
Finlandia, principal refugio de estos dioses caídos; por qué y más por qué.
Pasando la hoja vamos a descubrir a los personajes. En esta narración
nos damos con una gran satisfacción en la cual nos encontramos con cientos y
cientos de sujetos, cuál más misterioso y llamativo que el otro. A veces son
tantos que ni siquiera el autor se frena para describirlos (hubo varios que no
pude descifrar ni que eran o como podían ser). Pero donde más se luce Gaiman es
trazando las personalidades de los principales protagonistas.
Sombra y Wednesday son por excelencia los dos mejores personajes en todo el
libro, y muy seguido le siguen el Señor Nancy y Samantha Cuervo Negro.
Gaiman sabe cómo mostrar empatía en sus protagonistas y como
desarrollar sus virtudes, de manera agradable y confidente, permite a estos
personajes moverse en la historia, dejando entrever en cada página un nuevo
desenlace.
Sombra es ese tipo callado, ajeno al mundo y extraño a los demás.
Sin embargo, tras esa sensación de misterio y cierto peligro, se encuentra un
hombre con un gran corazón, inteligente (a pesar de lo que dice el señor Nancy)
y dispuesto a todo. Es un personaje que no para de sorprender y que, como sus
monedas, guarda siempre un truco bajo la manga. El escritor enfunda a este
personaje en valor y destrezas casi detectivescas, que hacen a Sombra conocer más
de lo que se le presenta e indagar, de la misma forma en que suelta sus
palabras, de la manera más adecuada. Si hay algo que no logró quedarme muy en
claro, fue el hecho de reconocer si Sombra tenía alguna especie de poder, a
pesar de lo que se lee y de saber que es un semidiós. Esta inquietud es algo
que en un futuro relato (o aquellos sobre el personaje que están ahí y no leí),
podrían explicar mejor esto. Así que me limito a hablar solo de este libro. Sombra
encabeza la lista como mi personaje preferido y uno de los grandes caracteres
que forman a la narración. Intrigante, humilde, valeroso. Este principal, ha
hecho que en más de un capitulo entre en desesperación ante la situación,
principalmente al final, en el lago. Es una excelente creación de Gaiman y lo
mejor del libro a mi gusto propio y personal.
Wednesday lo sigue de cerca. Un dios que lleva bajo el
brazo, mil nombres, como virtudes. Un personaje detestable, desconfiable y con
gran capacidad por sobre todo. Es un jugador, un jugador de póker. Y es el
mejor, sin dudas. Es aquella persona con la cual no quieres jugar una apuesta
porque ganes o pierdas, sabes que él siempre se llevará el botín. El Padre de
Todos, ocupa un rol muy importante en toda esta historia y comienza siendo
alguien solo despreciable, aunque llegas a quererlo en algún punto, a apreciar
esa gracia ácida y detestable, pero que en definitiva, volvés a odiar ante su
infamia. Un sujeto muy bien dibujado y representado, el villano perfecto de
cualquier historia y cualquier película. Otra magnifica creación de Gaiman.
Ahora bien, de todos los protagonistas tengo halagos.
Samantha y Anansi son dos grandes estructuras en esta historia, que se hacen
querer con el correr de los párrafos. Son los héroes secundarios, siempre
presentes, siempre ahí cuando los necesitas. Reconfortan a su manera y otorgan
esa chispa que transforma a este libro. Cada uno a con sus extrañas virtudes,
cautiva al lector y le brinda una buena sonrisa y momento de calma cuando la
tormenta narrativa comienza a aproximar.
Czernobog tiene su encanto también, su duro y áspero encanto. Acompaña muy bien
a los principales y tiene muy buena química con todos los personajes. Las
Zoryas por su parte, en pocas líneas, brindan una sensación acogedora, un toque
de humor y principalmente la ternura a través de Zorya Polunochnaya, uno de los
personajes que más me gustaron del relato.
Sin olvidarnos del Loco Sweeney, encontramos aquí otro protagonista bastante enigmático
y agrio. De Loki, no hay mucho decir más que es una de las grandes revelaciones
en la historia (al menos yo no me lo esperaba a ese desenlace). Del señor Ibis
y Jaquel, podemos decir que conforman uno de los capítulos más atrayentes y
apetitosos del libro. A cuestión personal, siento que estos dioses egipcios merecían
más letras en la trama, ya que brindaban un toque cautivante y placentero a la
historia.
Respecto de los nuevos dioses, no tengo mucho que discutir.
Salvo el Niño Gordo, quien me parecía muchos más detestable que Wednesday, o
los Señores Mundo y Ciudad, no terminaron de llamarme mucho. Será por el hecho
de su poca y ágil mención, por su mínimo detalle, o porque simplemente, estaba
muy comprometido en descubrir a los antiguos.
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